Después de una exitosa experiencia en el campo de los crucero-regata, donde con el NW 40 el astillero había creado en la década de los Setenta una verdadera leyenda, North Wind se dirigió a un entonces joven Marcelo Penna para crear un modelo que iba a establecer otro hito, incluso a nivel internacional. El gran arquitecto naval argentino, afincado en España, se puso inmediatamente a trabajar en ello, a bordo de su propio velero un... ¡North Wind 40! Cuando se presentó el nuevo North Wind 47, en 1985, enseguida estableció un referente en la náutica española. El nuevo barco se codeó desde el primer momento con los mejores modelos de un sector, el de los Pilot-house que empezaba justo entonces a imponerse en el mercado de los veleros de crucero. Según el conocido periodista Enric Roselló se podría casi decir que el NW 47 fue un precursor que se anticipó a su ciclo y que resulta casi más al día hoy que entonces. Claro, añade también que las líneas que se cierran a popa y la V profunda por toda la eslora de la quilla denotan su edad, pero ¡cómo nos gustan esas líneas clásicas! Nos hablan de suave paso de las olas, de fácil mantenimiento del rumbo y reacciones nobles… en fin de las virtudes de un crucero clásico que, además, se permite unas prestaciones que aún hoy en día no desmerecen, con una estampa tan elegante como un barco moderno no puede ser fácilmente.
Los NW 47 se hicieron en dos series fundamentales, que se distinguen por la posición del motor: debajo de la bañera (entre la cocina y el lavabo armatorial) la primera serie y debajo del piso del salón en la segunda. En ambas la construcción es de una calidad excelente. Se podría decir que, a parte el casco, todo el resto está realizado siguiendo los esquemas de la construcción clásica: no hay contramoldes (a parte el de los techos) y todo está realizado en madera trabajada con una sabiduría antigua y profunda. Ninguno de los barcos que se le puedan oponer, Moody, Oyster, Farr Pilot House, etc., tenía esa misma filosofía. Y North Wind supo mantener esa filosofía hasta su cierre definitivo allá por 2010. La vida comercial del NW 47 abarcó un periodo bastante largo: casi diez años de éxito continuo. Su éxito en realidad se alargó en el renovado NW 50, fundamentalmente el mismo barco, con leves mejoras, que duró en producción hasta el 2004. Una “leyenda metropolitana” narra que, habiendo un NW 47 expuesto en el Salón náutico de Madrid, un cliente sudamericano, recién llegado en avión, pidió que por favor le dejaran descansar una hora en el camarote, durante la pausa de comer. Así le dejaron y, al despertar ¡aquel caballero compró una unidad al astillero!
La “Bella Silvianna” está en unas envidiables condiciones de mantenimiento por su apasionado armador, que no ha escatimado esfuerzos para cuidar de su barco. La primera serie tenía un asiento ligeramente empopado, a causa del peso del motor. En esta unidad, a través de un estudio de ingeniería naval, se dispuso el generador en proa, junto con una precisa cantidad de lingotes de plomo, para corregir el tema, consiguiendo un aumento de más de un nudo en la velocidad media del barco. La cubierta, el aparejo, las maderas del interior, la máquina, la electrónica: todo está en perfecto orden y mantienen el barco listo para salir a navegar sin problemas de ningún tipo. Sus impresionantes capacidades de agua y combustible permiten larguísimas permanencias a bordo.